testo di rosina guardia
pensiero di una costruzione
Desde que nacemos se nos enseña a comparar para valorar las cosas .
Como individuos no se nos muestra algo fundamental que es el hecho de que somos únicos e irrepetibles. Y en realidad como tales, deberíamos buscar en nosotros mismos nuestras verdaderas potencialidades y deseos mas profundos, los mas originales, los menos contaminados de mensajes sobre lo que es mejor o peor para nosotros, según fuentes externas por las cuales estamos invadidos permanentemente a través de todos los medios. Una vez localizados esos deseos y potencialidades habría que dedicarse a desarrollarlos al máximo con respecto a nosotros mismos. Pero el solo hecho de localizarlos no es tarea fácil, por venir desde la cuna ya tan condicionados, por ejemplo y entre otras cosas, a desarrollar la competencia entre nosotros.
¿Competencia para llegar a donde? Todos nos vamos a morir esa es la única verdadera certeza de la vida, nos guste o no. Y en el apuro por tener mas cosas,, por acumular mas méritos, por tener la mejor relación, o lo que sea, vamos a llegar quizás a nuestro último día viendo que no disfrutamos de simplemente estar, vivir , ser auténtico, tener paz, amar y ser amado y sobre todo obtener la libertad interior, para también poder brindarla; libertad que justamente se adquiere a duras penas el día que nos liberamos aunque sea parcialmente de este sistema que nos hace creer que para ser mejores tenemos que tener "éxito" lo cual implica , tener muchos títulos , mucho dinero, muchas cosas materiales, mucho estatus , mucha empresa. Ser un efectivo bulón del engranaje. Nada de esto perdura , nada de esto es lo importante. No caigamos en la trampa del consumo feroz que nos hace perder nuestra verdadera esencia.
Estamos aquí, creo yo, para intentar aprender a darnos cuenta de quienes somos en nuestro mas profundo y dormido ser. Para aprender a liberarnos de las pautas sociales impuestas y entender entre muchas cosas mas , que la competencia y la comparación con lo externo, son cosas que no solo no sirven sino que generan mas desamor, desencuentro, frustración y todo esto basado en una irrealidad. Estamos para aprender a comprender al otro, a comprender el sufrimiento, a sensibilizarnos , a amar , a respetar , a crear de forma consciente, a valorar, a disfrutar, a ser.
La competencia entre unos y otros por ver quien se parece mas al modelo de moda implantado, siento que es la base del descontento mundial. Todo esta armado para que pienses que de alguna manera tienes que llegar a ser "el mejor". El mejor no existe. Es algo que no es alcanzable a menos que lo busques en ti mismo. Nos han impuesto ese tipo de concepto como falsa zanahoria delante de nuestras narices, para que salgamos corriendo detrás de ello , sin detenernos a sentir, a cuestionar profundamente, sin pensar.
Se nos anula el discernimiento desde chicos cuando se nos programa en la escuela a repetir como loros todo lo que se nos "enseña" y a tomarlo como verdades, no se nos enseña a pensar, a cuestionar, a crear, a investigar, se nos enseña a depender del pensamiento de otro para discernir, se nos enseña a acatar ordenes y mandatos, a agachar la cabeza y a integrarnos al sistema, se nos anula cualquier tipo de rebeldía creativa porque hay que encajar , no está permitido destacar a no ser que sea de la manera que esta bien visto hacerlo que es ser " popular o exitoso". Y si no cumplís, con estos moldes, eres el raro, quedas alienado, no existís simplemente porque no integras o no formas parte de manada.
Entonces se nos da un número de identificación. La sociedad te convierte en un número que aporta y que suma al negocio mundial de manipular las mentes en masa para que cada día se anulen mas, para que cada día se programen mas con la televisión y todas los productos que el mercado promociona como fuentes de felicidad. Y ahí va la masa de gente a comprar así tenga que ser con la tarjeta de crédito al rojo vivo, pues vamos al shoping , habiendo días maravillosos de sol radiante , el shoping es mejor , llena rápido el vacío interior, me distrae de la incertidumbre que significa vivir , me distrae de tener que enfrentarme conmigo mismo que es incómodo! Y ni que decir que da mas estatus!
No estoy feliz ni con el mercado , ni con la cuestión empresarial , ni con la competencia, ni con la política , ni con las estructuras de poder corruptas que se mueven desde la codicia y la hipocresía, o desde la falta total de conciencia. Las cosas materiales están, existen y generan comodidades que por algo son, las cosas bellas o confortables son buenas, el dinero es útil para manejarse en este mundo, los "triunfos" son agradables pero no nos definen como seres humanos. Ni los llamados éxitos ni los llamados fracasos en cualquier campo o actividad nos definen como seres.
La competencia no sirve , salvo que sea deportiva y tomada como algo lúdico , con la total consciencia de que no determina valores reales, encarada de otra manera, puede tener su lugar, pero no la competencia como se la vive y se la conoce.
Como individuos no se nos muestra algo fundamental que es el hecho de que somos únicos e irrepetibles. Y en realidad como tales, deberíamos buscar en nosotros mismos nuestras verdaderas potencialidades y deseos mas profundos, los mas originales, los menos contaminados de mensajes sobre lo que es mejor o peor para nosotros, según fuentes externas por las cuales estamos invadidos permanentemente a través de todos los medios. Una vez localizados esos deseos y potencialidades habría que dedicarse a desarrollarlos al máximo con respecto a nosotros mismos. Pero el solo hecho de localizarlos no es tarea fácil, por venir desde la cuna ya tan condicionados, por ejemplo y entre otras cosas, a desarrollar la competencia entre nosotros.
¿Competencia para llegar a donde? Todos nos vamos a morir esa es la única verdadera certeza de la vida, nos guste o no. Y en el apuro por tener mas cosas,, por acumular mas méritos, por tener la mejor relación, o lo que sea, vamos a llegar quizás a nuestro último día viendo que no disfrutamos de simplemente estar, vivir , ser auténtico, tener paz, amar y ser amado y sobre todo obtener la libertad interior, para también poder brindarla; libertad que justamente se adquiere a duras penas el día que nos liberamos aunque sea parcialmente de este sistema que nos hace creer que para ser mejores tenemos que tener "éxito" lo cual implica , tener muchos títulos , mucho dinero, muchas cosas materiales, mucho estatus , mucha empresa. Ser un efectivo bulón del engranaje. Nada de esto perdura , nada de esto es lo importante. No caigamos en la trampa del consumo feroz que nos hace perder nuestra verdadera esencia.
Estamos aquí, creo yo, para intentar aprender a darnos cuenta de quienes somos en nuestro mas profundo y dormido ser. Para aprender a liberarnos de las pautas sociales impuestas y entender entre muchas cosas mas , que la competencia y la comparación con lo externo, son cosas que no solo no sirven sino que generan mas desamor, desencuentro, frustración y todo esto basado en una irrealidad. Estamos para aprender a comprender al otro, a comprender el sufrimiento, a sensibilizarnos , a amar , a respetar , a crear de forma consciente, a valorar, a disfrutar, a ser.
La competencia entre unos y otros por ver quien se parece mas al modelo de moda implantado, siento que es la base del descontento mundial. Todo esta armado para que pienses que de alguna manera tienes que llegar a ser "el mejor". El mejor no existe. Es algo que no es alcanzable a menos que lo busques en ti mismo. Nos han impuesto ese tipo de concepto como falsa zanahoria delante de nuestras narices, para que salgamos corriendo detrás de ello , sin detenernos a sentir, a cuestionar profundamente, sin pensar.
Se nos anula el discernimiento desde chicos cuando se nos programa en la escuela a repetir como loros todo lo que se nos "enseña" y a tomarlo como verdades, no se nos enseña a pensar, a cuestionar, a crear, a investigar, se nos enseña a depender del pensamiento de otro para discernir, se nos enseña a acatar ordenes y mandatos, a agachar la cabeza y a integrarnos al sistema, se nos anula cualquier tipo de rebeldía creativa porque hay que encajar , no está permitido destacar a no ser que sea de la manera que esta bien visto hacerlo que es ser " popular o exitoso". Y si no cumplís, con estos moldes, eres el raro, quedas alienado, no existís simplemente porque no integras o no formas parte de manada.
Entonces se nos da un número de identificación. La sociedad te convierte en un número que aporta y que suma al negocio mundial de manipular las mentes en masa para que cada día se anulen mas, para que cada día se programen mas con la televisión y todas los productos que el mercado promociona como fuentes de felicidad. Y ahí va la masa de gente a comprar así tenga que ser con la tarjeta de crédito al rojo vivo, pues vamos al shoping , habiendo días maravillosos de sol radiante , el shoping es mejor , llena rápido el vacío interior, me distrae de la incertidumbre que significa vivir , me distrae de tener que enfrentarme conmigo mismo que es incómodo! Y ni que decir que da mas estatus!
No estoy feliz ni con el mercado , ni con la cuestión empresarial , ni con la competencia, ni con la política , ni con las estructuras de poder corruptas que se mueven desde la codicia y la hipocresía, o desde la falta total de conciencia. Las cosas materiales están, existen y generan comodidades que por algo son, las cosas bellas o confortables son buenas, el dinero es útil para manejarse en este mundo, los "triunfos" son agradables pero no nos definen como seres humanos. Ni los llamados éxitos ni los llamados fracasos en cualquier campo o actividad nos definen como seres.
La competencia no sirve , salvo que sea deportiva y tomada como algo lúdico , con la total consciencia de que no determina valores reales, encarada de otra manera, puede tener su lugar, pero no la competencia como se la vive y se la conoce.
painting maurizio barraco 2010
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